It takes a lifetime to become the best that we can be We have not the time or the right to judge each other
It's one life and there's no return and no deposit
One life so make sure you like what's in your closet -Una estrella del disco de los 80.
Socialmente estamos acostumbrados a preguntar "Qué tal". Si yo, tu abuela, o el pringao de clase antes de pedirte los apuntes te preguntan "qué tal" tu dices "bien". Las personas estamos acostumbradas a ese general "estoy bien" porque la tristeza es difícil de expresar. Siempre queremos aparentar que estamos bien para que nadie sepa que estamos mal, aunque por dentro nos estemos muriendo. Quizás deberíamos empezar a hacer que nuestros "que tal" sean sinceros y no de pasada, acotando la pregunta a un "Como estás hoy" o "Como te sientes", ya que si no, lo más seguro es que quizás me limite a decirte "cansado", queriendo, en realidad, englobarlo todo. Por otro lado, también tenemos miedo de ser felices, y esperamos la caída en cualquier momento. Supongo que hay que valorar más las cosas que tenemos y hacer balance sin darle importancia a aquellas que ennegrecen la luz.
El ansia del mañana Y un futuro más incierto Tantas ganas de hacer cosas Con cristales de por medio. Alarmas, miedos que se cruzan Paralizan mi camino Qué más da lo que ellos digan Mientras gane lo que opino.
Me gusta Sant Jordi, ser el que acierta pidiendo en un restaurante, tocar el piano y cantar bajito en el metro cuando no tengo cascos. Valorar el silencio tanto como cuando me reviento los oídos con Ni Tú Ni Nadie. Soltar carcajadas imitando escenas de películas hasta que me duela el pecho. Enamorarme rápido y que duela. Los primeros besos. Andar para despejarme. Que te guste La Casa Azul. Malasaña antes que Gracia. Dormir hasta tarde y despertarme sin nadie en casa. Comprar flores y regalárselas a alguien. Y, antes de todo, me gusta cuando me haces reír.
domingo, 22 de abril de 2018
Hay momentos que necesito volver. Surcar entre fotos y vídeos de ayer que me recuerden. Que intenten explicar en que momento lo tiramos todo por la borda. Ojalá pudiera borrarte de mi mente como el que bloquea a alguien en Facebook. Pero no es posible. Ni modo. Siempre vuelvo. Supongo que aún quedan cosas por resolver. Razones que esclarecen porque hoy soy quien soy.
Eres como el ruido de las obras de las nueve que no cesa hasta despertarte. Como la mosca que navega por el aire atraída por la mierda y que amenaza con picarte. Como la segadora que rompe con todo para allanar su terreno. Como Nueva York después de ser arrasada por el Sandy. Como un chicle pegado en la suela del zapato: Imposible de despegar sin mancharse las manos.
Ayer volví a pensar que te perdía Recogí pedazos de recuerdos Rotos, clavados en cristales Como aquella vez en el salón Quería estar contigo Quería contarte que ahora canto Quería contarte que ahora escribo Todo lo que un día nos quisimos
De repente se hace el silencio Un extraño sosiego me envuelve Hace solo unos minutos Y apenas puedo moverme Apenas puedo pensar Porqué volví a hacerme lo mismo Porqué volví a intentar escapar Las ganas, el miedo y tu sombra Se quedaron en el portal Y tal vez me diga a mi mismo Que será la última vez Cada vez me que me equivoco Lo dudo más que ayer