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domingo, 23 de abril de 2017

Dextrocardiaco

Hay días en los que te acuestas y piensas en como hubieras reaccionado si al despertarte hubieras sabido lo que éste te tenía deparado. Ahora mismo, perdido entre canciones de Keane, me doy cuenta de que sin duda, hoy ha sido uno de esos días. 
Dentro de lo que cabe, y aunque ya no tanto, sigo descubriendo una ciudad que aún es nueva para mí, y es que hoy, 23 de abril, he vivido mi primer San Jordi en Barcelona. Entre risas y bromas, mi amiga Marina y yo bajamos desde Diagonal a Ramblas pasando por todo el Paseo de Gracia, observando el ambiente y comentando entre nosotros como éste realmente debía ser considerado el día más romántico del año, que no aquel Valentín creado por genios del marketing que solo conseguía hacernos sentir como Bridget Jones año tras año. Poco a poco nos aproximamos a nuestro destino, casi llegando a Liceu mis nervios empezaron a asomarse, y es que no todos los días uno consigue que un escritor al que aprecia le firme su libro. La situación en si fue algo desastrosa, y obviamente, hablo por mi parte. Mi rostro pálido y sudoroso debió asustarle desde el principio, cuando me preguntó como me llamaba. Cuando él empezó a escribir sobre el papel, aproveché para entablar algo de conversación y decirle que ya me había leído su anterior libro "Eterno Amor Adolescente", que me había encantado, y que algún día me gustaría escribir mi propio libro. Levantando el bolígrafo de la hoja exclamó:
- Bueno, eso en el fondo es ponerse.
A lo que yo contesté:
- De momento tengo un blog
- ¿Ah si?  - sacó un marca páginas para que escribiese el nombre. Fue de lo más penoso que no pudiera recordar si el nombre incluía solo uno o mis dos apellidos, a lo que tuve que asegurarme mirándolo en el móvil, ¡No quería perder la oportunidad de que él pudiera leerme! Después de aquel mal trago incómodo, conseguí apuntarlo para que él se lo quedara, y acto seguido, me despedí de él. 
Juan, sé que algún día podremos volver a hablar, y espero que para la próxima vez mi corazón no se ubique en el lado derecho de repente.